La Haya, Holanda. 17 de Julio de 2013 – Durante el cierre de las audiencias orales en La Haya en el caso Australia vs. Japón por caza “científica” de ballenas, que concluyeron el 16 de Julio, Japón reiteró que la matanza de ballenas en el santuario de ballenas del Océano Austral sería con fines de investigación científica y cuyo objetivo sería reunir información levantar la moratoria sobre la caza comercial de estos mamíferos marinos.
Frente a los débiles argumentos brindados por Japón para justificar la matanza de decenas de miles de ballenas en nombre de la “ciencia”, la delegación nipona ante la Corte orientó sus alegatos finales a cuestionar la jurisdicción de la Corte sobre la demanda australiana, afirmando que ésta “tiene autoridad para resolver disputas legales pero no para decidir sobre evaluaciones científicas”.
La delegación japonesa en La Haya cerró sus alegatos sugiriendo que podrían abandonar la Comisión Ballenera Internacional en caso que la Corte resuelva a favor de Australia. Esta es una amenaza que la nación asiática utiliza reiteradamente en las asambleas plenarias de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) como mecanismo de presión y evidenciarían la falta de compromiso del gobierno japonés de cumplir con el veredicto de la Corte en caso que falle a favor de Australia.
Adicionalmente, la delegación japonesa expresó su indignación frente a las acusaciones de Australia que afirman que la denominada caza “científica” de ballenas encubren operaciones de tipo comercial que se encuentran prohibidas a nivel global, afirmando que son una “afrenta para la nación”.
Para Japón el único objetivo de la Convención Internacional para la Regulación de la Ballenería (CIRB) es la matanza de cetáceos, desconociendo que desde hace varias décadas la mayoría de los países miembro de la CBI utilizan sustentablemente a las ballenas mediante métodos no letales, a través del turismo de avistamiento de ballenas.
Japón afirmó ante la Corte que el Artículo VIII de la CIRB, relativo a la emisión de permisos especiales de caza “científica” de ballenas, permitiría a los países auto otorgarse cuotas de captura sin ningún tipo de restricción sobre el número de animales, especies u objetivos científicos y metodologías. Afirmó que cada país es libre de decidir cómo usar dichos permisos. De validarse la posición japonesa en la CIJ, países que han expresado su deseo de matar ballenas con supuestos fines “científicos” bajo la CBI – como Corea del Sur – podrían hacerlo sin ningún tipo de monitoreo ni control por parte de la comunidad internacional.
La semana pasada Australia solicitó a la Corte declarar que Japón incumple sus obligaciones internacionales al implementar operaciones balleneras en el Océano Austral, detener la emisión de permisos especiales de caza “científica” y suspender inmediatamente estas operaciones balleneras. Por su parte, Japón solicitó a la Corte rechazar las demandas australianas.
Ahora la Corte deberá revisar minuciosamente el caso y tomar una determinación durante los próximos meses. Australia espera que el veredicto de la Corte se adopte antes de la próxima temporada de caza “científica” de ballenas de Japón en la Antártica que se realiza anualmente entre diciembre y marzo en el santuario de ballenas del Océano Austral.
Fuente: Centro de Conservación Cetacea