La salud ambiental y económica – presente y futura – de los océanos del planeta fue presentado en un informe preparado por el programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en el marco de la 10ma Conferencia de las Partes del Convenio sobre Diversidad Biológica (COP10 de CBD).
El informe, titulado “Evaluación y Perspectiva de la Biodiversidad Marina, Una Síntesis Global” alerta sobre las crecientes amenazas que enfrenta el océano debido a la contaminación, sobre explotación y cambio climático. También estima que para el 2050 la productividad marina habrá disminuido en casi todas las zonas de pesca y que la pesquería mundial estará dominada principalmente por especies más pequeñas que se encuentran cerca de la base de la red trófica marina.
El informe también alerta que la falta de acción para combatir el cambio climático podría aumentar significativamente la temperatura superficial del mar con graves implicaciones para la supervivencia de los arrecifes de coral y otras especies sensibles a los cambios de temperatura del agua.
Adicionalmente, el nivel de nitrógeno en el océano podría seguir aumentando debido principalmente a las descargas de aguas servidas, deshechos de productos agrícolas y contaminantes del transporte marítimo, entre otros factores. El nitrógeno en altas concentraciones favorece el florecimiento de algas tóxicas que a su vez envenenan y matan diversas especies de peces, aves y hasta mamíferos marinos, y contribuye a la expansión de las denominadas “zonas muertas” donde la concentración de oxigeno es muy baja.
También destaca el aumento de especies invasoras que son transportadas de una a otra región del planeta en las “aguas de lastre” que se utilizan para estabilizar las grandes embarcaciones cuando navegan sin carga.
De acuerdo al informe, la continua declinación de la biodiversidad marina comprometerá la capacidad de resiliencia del océano y las zonas costeras a los impactos del cambio climático.
Otras áreas de preocupación se relacionan al futuro de organismos como corales y copépodos, debido al aumento de las concentraciones de CO2 o acidificación del océano. Estos organismos necesitan minerales como la dragonita para construir sus esqueletos. Sin embargo, existe evidencia que las concentraciones de dragonita están disminuyendo en todas las regiones a medida que aumenta la concentración de dióxido de carbono (CO2) en el océano.
Achim Steiner, director ejecutivo de PNUMA afirmó que “los servicios multibillonarios brindados por los ecosistemas marinos están en peligro si los impactos al ambiente marino continúan siendo ignorados. El informe global, basado en 18 informes regionales, delinea los objetivos y acciones necesarias para responder a la escala y urgencia de los desafíos actuales”.
Fuente: UNEP , Marine Biodiversity