Querid@s Amig@s:
Todos sabemos que los cetáceos enfrentan crecientes amenazas que van desde los impactos generados por efecto del cambio climático hasta la contaminación acústica y pérdida de hábitat, entre muchos otros.
A pesar de estar protegidas por la moratoria sobre la caza comercial desde 1986, la matanza de ballenas continua siendo una amenaza para especies y poblaciones que recién se están comenzando recuperar de los devastadores efectos de la industria ballenera.
Sólo tres naciones buscan continuar y expandir la caza de ballenas: Japón, Noruega e Islandia. Sin embargo, su poder e influencia económica han detenido durante las últimas décadas la adopción de medidas de conservación acordes a las necesidades e intereses relacionados a los cetáceos en la actualidad.
Como resultado, el organismo encargado de la conservación de las ballenas a nivel mundial, la Comisión Ballenera Internacional o CBI, se fundamenta en un texto redactado en 1946 que resulta anacrónico e ineficiente para asegurar la adecuada conservación de las especies de cetáceos en este nuevo siglo.
Hoy los cetáceos necesitan más que nunca contar con medidas de conservación que enfrenten efectivamente las amenazas y los desafíos actuales, entre ellas, la mantención de la moratoria y el respeto integral a los santuarios de ballenas.
En 2010 millones de personas informadas y activas detuvieron una propuesta ballenera que habría eliminado la moratoria y legitimado las operaciones de caza científica en los santuarios de ballenas. Este año debemos continuar trabajando unidos y con más fuerza para avanzar hacia una real reforma de la CBI con el objetivo de adaptarla a las visiones e intereses actuales de investigación, conservación y uso no letal de los cetáceos en el siglo 21.
Porque la presión ciudadana es efectiva cuando trabajamos UNIDOS