Científicos de la Universidad de Georgetown, del Acuario Nacional de Baltimore (EE.UU) y la Universidad de Queensland (Australia) extrajeron material genético (ADN) de las exhalaciones o soplos de delfines. Los investigadores encontraron que las muestras del soplo de ballenas, delfines y otras especies de cetáceos, son un método menos invasivo y eficaz para reunir muestras genéticas de estos mamíferos marinos.
Los resultados de la investigación fueron recientemente publicados en el journal electrónico PLos ONE.
Para Janet Mann, bióloga y profesora de la Universidad de Georgetown “la técnica tradicional de obtener biopsias mediante pequeños dardos lanzados con ballesta no es apropiada para animales muy jóvenes y requiere de considerable experiencia de parte del investigador para no herir a los animales, por lo que la identificación de métodos alternativos para el estudio de los cetáceos es una prioridad, en particular para especies que se encuentran protegidas internacionalmente”.
La nueva metodología está siendo aplicada en la población de delfines silvestres de Bahía Tiburón de Australia, la cual ha sido estudiada por más de 20 años. “Tanto la toma de biopsias como de muestras de soplo requieren aproximarse a los animales, pero en este último caso, éstas pueden obtenerse cuando los delfines nadan cerca de la proa de la embarcación sin necesidad de mantener ningún contacto físico con los animales” explicó Mann.
Para la Dra. Celine Frere, de la Universidad de Queensland, los resultados de la investigación son un revés para la denominada “caza científica” de ballenas que realiza Japón. “Quizás ahora los investigadores japoneses verán que no es necesario matar ballenas para obtener la información” afirmó Frere.
A nivel nacional, Bárbara Galletti, investigadora del Centro de Conservación Cetacea y miembro de Consorcio Indo Pacífico de Ballena Azul, afirmó que “hace décadas que se sabe que la “caza científica” no tiene justificación e incluso estas matanzas han sido cuestionadas en reiteradas oportunidades por el Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional. Este estudio de vanguardia, fortalece aun más los argumentos contra la matanza de estos mamíferos marinos con supuestos fines científicos”.
Fuente: Science Daily, The Australian, Centro de Conservación Cetacea