Más de 25 Organizaciones civiles de América Latina rechazaron rotundamente el reciente zarpe de la flota ballenera japonesa hacia las aguas del Santuario de Ballenas Austral y reiteraron su llamado para que los gobiernos de la región realicen una protesta diplomática contra la denominada “caza científica” de ballenas.
La salida de la flota nipona se produjo el 19 de noviembre pasado en medio del silencio de los gobiernos latinoamericanos que aún no han respondido formalmente a la solicitud enviada el 12 de noviembre por cuarenta organizaciones civiles de 15 países con el fin de condenar formalmente las operaciones balleneras de Japón en el Océano Austral.
Al respecto, las organizaciones firmantes del presente comunicado afirmaron que les llama profundamente la atención el silencio de los gobiernos particularmente considerando que la Comisión Ballenera Internacional (CBI) se encuentra en medio de un delicado proceso de negociación para definir su futuro y el tema más contencioso que está amenazando los esfuerzos para alcanzar un acuerdo exitoso es la denominada “caza científica” de ballenas.
Las ONGs recordaron que la primera etapa del proceso de negociación para definir el futuro de la CBI iniciado en Santiago de Chile en junio de 2008 no pudo llegar a un acuerdo luego de que, en mayo de 2009, Japón presentara una propuesta de reducción de “caza científica” de ballenas que fue catalogada por el ex-presidente de la CBI, el norteamericano William Hogarth, como irrazonable. Como resultado, durante la última reunión anual de la CBI realizada en junio de este año en Portugal, la Comisión reconoció que no pudo alcanzar un acuerdo y resolvió extender por un año el proceso de negociación, esta vez bajo el mando del nuevo presidente de este organismo internacional, el embajador chileno Cristián Maquieira.
Al respecto de este proceso, las organizaciones Latinoamericanas destacaron la importancia que tiene para la región avanzar hacia una reforma exitosa de la CBI que adapte el trabajo de la Comisión a los intereses actuales de uso no letal y conservación de cetáceos y resuelva los conflictos generados por la imposición unilateral de los intereses del gobierno de Japón en el seno de este organismo internacional.
Como parte de este nuevo periodo de negociación, un grupo integrado por doce miembros de la CBI – incluido Japón – se reunieron durante el mes de octubre pasado en Santiago de Chile y continuaron sus conversaciones a puertas cerradas durante el fin de semana pasado en un nuevo encuentro de tres días que se llevó a cabo en la ciudad de Seattle (USA). Todo hace suponer que en esta ocasión no pudieron completar las discusiones sobre posibles reformas para ayudar al proceso de negociación, ya que se ha programado un nuevo encuentro de este grupo para el mes de enero próximo.
A pesar del carácter secreto de estas reuniones, las organizaciones civiles afirmaron que el hecho que la flota ballenera japonesa esté pronta a llegar a aguas del Santuario Ballenero Austral sugiere que, una vez más, la caza “científica” estaría socavando la labor de la Comisión. La situación se agrava aún más si se considera que coincidentemente con la reunión realizada en Seattle, Noruega informó que aumentará en un 45% la cuota bajo reserva de caza comercial de ballenas. Esto perjudica aún más el delicado proceso de reforma actual de la CBI.
Por ello, las organizaciones civiles ofrecieron su apoyo al Grupo Buenos Aires y reiteraron la urgente necesidad de que los gobiernos latinoamericanos avancen expeditamente hacia la realización de acciones públicas en contra de las operaciones de “caza científica” de ballenas y operaciones similares debido a que constituyen un mecanismo de presión inaceptable que amenaza el proceso de negociación y la gobernabilidad de la CBI.
Finalizaron valorando el trabajo que han realizado previamente los gobiernos de la región en esta materia y afirmaron que esperan que atiendan prontamente el llamado de la ciudadanía latinoamericana ya que uno de los compromisos del Grupo Buenos Aires es rechazar la “caza científica” de ballenas. Mientras las discusiones y reuniones continúan, cientos de ballenas siguen muriendo cada año bajo los arpones de una actividad anacrónica disfrazada de ciencia y cuyo fin real es vender la carne de estos majestuosos mamíferos.
Adhieren a este comunicado:
Asociación Ambiental Vida – Costa Rica
Asociación de Biología Marina (ABIMA) – Guatemala
Asociación Áreas Costeras y Recursos Marinos (ACOREMA) – Perú
Asociación por los Derechos de los Animales – Guatemala
Asociación por los Derechos de los Animales en Yucatán – México
Asociación Programa de Restauración de Tortugas Marinas (PRETOMA) – Costa Rica
Centro de Conservación Cetacea (CCC) – Chile
Centro de Conservación Cetacea (CCC) – Brasil
Centro de Estudios para la Conservación Marina (CEMAR) – Brasil
Centro Ecocéanos – Chile
Centro Mexicano de Derecho Ambiental – México
Club de Jóvenes Ambientalistas – Nicaragua
Fundación Ballenas del Pacífico – Ecuador
Fundación Keto – Costa Rica
Fundación Patagonia Natural – Argentina
Fundación Promar (Promar) – Costa Rica
Fundación Selva-Vida Sin Fronteras – Ecuador
Fundación Yubarta – Colombia
Grupo Biomarina – Venezuela
Instituto de Conservación de las Ballenas (ICB) – Argentina
Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA) – Chile
Organización para la Conservación de los Cetáceos (OCC) – Uruguay
Preserve Planet Internacional – Sede Costa Rica
Sociedad Ecológica Venezolana Vida Marina (SEA VIDA) – Venezuela
Sociedad Humanitaria Internacional (HSI)- Latinoamérica – Sede Costa Rica
Sociedad Mundial para la Protección Animal (WSPA)- Regional Latinoamérica – Costa Rica
The Leatherback Trust (TLT) – Costa Rica