Veintiséis países condenaron la política ballenera de Islandia luego que dicho país aumentara la captura de ballenas con fines comerciales.
La protesta diplomática, o démarche, fue entregada esta mañana al embajador de Islandia en el Reino Unido. En la nota, los gobiernos expresan “su profunda desilusión por la decisión del gobierno saliente de autorizar en enero pasado la captura de ballenas minke y de aleta durante los próximos cinco años”.
La nota agrega que la autorización fue implementada sin ser presentada debidamente a la Comisión Ballenera Internacional (CBI) ni considerar los intereses de conservación a largo plazo de las poblaciones de cetáceos.
El 27 de enero de 2009, el gobierno saliente de Islandia autorizó la captura anual de 150 ballenas de aleta y 100 ballenas minke por un periodo de cinco años. El gobierno actual mantuvo la decisión por un año, pero aumentó la cuotas a 200 ballenas de aleta y 200 ballenas minke respectivamente.
Al respecto, la nota diplomática hace un llamado al gobierno islandés a “revisar y reevaluar su posición sobre la caza de ballenas” agregando que “alientan a Islandia a adherir a la moratoria acordada internacionalmente y reexaminar la decisión de aumentar la cuota de captura de ballenas de aleta y ballenas minke”.
Desde su reintegración a la CBI en 2002, Islandia mantiene una reserva sobre la moratoria que le permite capturar ballenas con fines comerciales. De igual manera, Islandia mantiene una reserva sobre la prohibición de exportar carne y productos de ballena, adoptada por los países miembro de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Al respecto la démarche solicita a Islandia “retirar la reserva que mantienen sobre la moratoria a la caza comercial de ballenas y salvaguardar a estas especies del comercio internacional”.
La acción diplomática se presenta luego que la compañía ballenera islandesa Hvalur anunciara la semana pasada que pretende exportar cerca de 1,500 toneladas de carne de ballena, principalmente hacia el mercado japonés, y del incremento del número de ballenas capturadas anualmente, incluyendo ballenas de aleta.
La Lista Roja de Especies en Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) clasifica la ballena de aleta como una especie En Peligro y se estima que la su población global ha declinado más de 70% durante los ultimos ochenta años.a protesta diplomática contó con el apoyo de Chile, Argentina, Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Israel, Luxemburgo, México, Mónaco, Holanda, Nueva Zelanda, Panamá, Perú, Portugal, República Checa, Suecia, Reino Unido y Uruguay.
Fuente: The Guardian