El primer día de la temporada de caza de delfines en Japón concluyó con la captura de 100 ejemplares, que este año no serán sacrificados gracias a las presiones de asociaciones ecologistas en todo el mundo, informó hoy el diario Japan Times.
Los pescadores del pueblo de Taiji, en la provincia de Wakayama (costa este de Japón), capturaron este miércoles 100 delfines, de los cuales entre 40 y 50 serán enviados a acuarios y el resto liberados en el mar.
No obstante, según el diario Japan Times, este primer día en que no se mató ningún delfín podría no ser la norma para el resto de la temporada de caza de cetáceos que dura hasta la próxima primavera.
La intención de los pescadores de Taiji consultados por el diario es sacrificar a los delfines para vender la carne en los mercados locales.
Durante el día de ayer también se mataron 50 calderones, cetáceos de la familia de los odontocetos es decir que poseen dientes, para satisfacer la demanda de este tipo de carne en el país asiático.
Asociaciones en defensa de los derechos de los animales de todo el mundo han criticado esta tradición japonesa que empuja a los cetáceos con redes a aguas poco profundas para sacrificarlos más fácilmente.
Los pescadores de Taiji han reconocido que la repercusión internacional del documental “The Cove”, estrenado este año, ha empujado este año a las autoridades a declarar que la captura de delfines de ayer no tendría fines comerciales.
Las artes utilizadas en esta caza, que tiñe las aguas de Taiji de rojo, no están sujetas a prohibición por parte de la Comisión Ballenera Internacional, por lo que los pescadores de la localidad tienen una cuota de 240 delfines y ballenas para esta temporada.
La campaña comienza tradicionalmente el 1 de septiembre de cada año, pero esta vez fue pospuesta por razones meteorológicas.
Los pescadores de Taiji, localidad de 3.500 habitantes, aseguran que la caza de delfines es una tradición centenaria y parte de su cultura pesquera, ya que la región no es apta para el cultivo del arroz.
Fuente: EFE