Casi una treintena de países miembro de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) se unieron a una protesta diplomática liderada por Nueva Zelanda en contra del programa japonés de “caza científica” JARPA II, conducido por el Instituto de Investigación de Cetáceos (ICR por sus siglas en inglés) de ese país en aguas del Océano Austral.
La protesta, que fue apoyada por Argentina, Brasil, Chile, México, Perú, España, Australia, Austria, Bélgica, República Checa, Finlandia, Francia, Alemania, Hungría, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Mónaco, Holanda, Portugal, San Marino, Eslovenia, Suecia, Suiza, Gran Bretaña y Estados Unidos, es una fuerte señal de la comunidad internacional en contra de las operaciones balleneras realizadas por Japón en la Antártica, que este año costarán la vida de cerca de 1,000 ballenas minke antártica y 10 ballenas de aleta, una especie clasificada En peligro por la Unión Mundial para la Naturaleza (IUCN).
De acuerdo al gobierno de Nueva Zelanda, el viernes se acordó una protesta formal en el Ministerio de Relaciones Exteriores en Tokio y hoy se realizará una segunda protesta en la Agencia de Pesca de Japón.
La protesta se sucede en momentos en que la flota ballenera japonesa está por arribar al Océano Austral para iniciar la que será la mayor matanza de ballenas en aguas del hemisferio sur desde la implementación de la moratoria sobre la caza comercial de ballenas en 1986.
En relación a la protesta diplomática, el Ministro de Medio Ambiente de Nueva Zelanda afirmó que “consideramos que la caza científica de ballenas de Japón perjudica los esfuerzos internacionales por conservar y proteger a estos mamíferos marinos”.
Para Elsa Cabrera, directora ejecutiva del Centro de Conservación Cetacea, “el histórico apoyo a la protesta, especialmente de Chile y los otros países del bloque conservacionista latinoamericano, es una clara señal en contra de programas seudo científicos que buscan mantener activo el comercio de productos de ballenas y presionar a los Estados miembro de la CBI para avanzar hacia la reanudación de la caza comercial de ballenas con el fin de satisfacer los deseos unilaterales del único país en el mundo que caza ballenas en aguas internacionales”.
Fuente: NewsWire