19 de Enero de 2015 (CCC News) – Cuarenta y siete organizaciones civiles de Latinoamérica, el Caribe e internacionales llamaron este lunes a los miembros del Grupo Buenos Aires –países conservacionistas en la Comisión Ballenera Internacional (CBI) – a realizar acciones urgentes para rechazar públicamente las intenciones del gobierno de Japón de continuar adelante con la matanza a escala comercial de ballenas en el santuario de ballenas del Océano Austral bajo supuestas argumentaciones científicas.
El llamado de las organizaciones civiles se realiza a raíz de la presentación en noviembre pasado de un nuevo plan de caza “científica” de ballenas en Antártica de parte del gobierno de Japón, denominado NEWREP-A, el cual incluye, entre otros, la captura anual de más de 300 ballenas minke a partir de diciembre de 2015. El plan forma parte de las acciones tomadas por Japón tras el histórico fallo de la Corte Internacional de Justicia, que el 31 de Marzo de 2014 sentenció que la matanza de ballenas de ese país en Antártica con supuestos fines de investigación científica es ilegal por violar la moratoria global sobre la caza comercial y el santuario de ballenas del Océano Austral.
El envío de la carta al Grupo Buenos Aires también coincide con el reciente zarpe de la flota ballenera hacia la Antártica con el fin de realizar “un censo” de ballenas mediante metodologías no letales y que formaría parte de la estrategia ballenera del gobierno japonés para conseguir apoyo a sus intenciones de continuar cazando cientos de ballenas al año con supuestos fines “científicos” en el santuario de ballenas del Océano Austral a partir de diciembre de 2015.
Entre las principales preocupaciones expresadas por 47 organizaciones civiles de más de 15 países de Latinoamérica, el Caribe e internacionales, respecto al nuevo plan ballenero japonés en Antártica NEWREP-A, se destaca que la cuota anual de caza auto asignada de 333 ballenas minke antártica durante los próximos doce años es 3,300% mayor que la cuota sugerida por el único experto científico presentado por Japón ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y supera en 32% el número de ballenas minke cazadas por Japón durante la última temporada del programa de caza científica JARPA II, que fue sentenciado como ilegal por la CIJ el 31 de Marzo pasado.
Considerando que uno de los aspectos relevantes en el fallo de la CIJ fue la escala comercial de la captura de ballenas, las organizaciones civiles llaman también la atención que la cuota de caza auto asignada bajo NEWREP-A por Japón sólo representa una disminución efectiva de un 7,7% en relación al promedio de ballenas minke cazadas desde 2005 por Japón bajo el ilegal programa ballenero JARPA II.
La misiva también destaca que el objetivo de NEWREP-A es la eliminación del santuario de ballenas del Océano Austral, que fue creado en 1994 con el apoyo de todos los miembros de la Comisión Ballenera Internacional a excepción del gobierno de Japón. Esto porque el principal objetivo del nuevo plan ballenero es la aplicación de una fórmula, conocida como Procedimiento de Administración Revisado o RMP, que se usa exclusivamente para calcular cuotas de caza comercial de ballenas.
Las organizaciones también afirman que los datos que NEWREP-A espera obtener mediante la caza de ballenas se pueden reunir a través de investigaciones científicas no letales, por lo que objetivo de fondo del nuevo programa ballenero no sería científico sino estaría orientado a imponer unilateralmente la política pro ballenera de Japón en el hemisferio sur. Al respecto, las organizaciones recuerdan que una de las razones de la sentencia de la CIJ contra el ilegal programa ballenero JARPA II es que su implementación se fundamentó en “razones logísticas y políticas, más que científicas”.
Adicionalmente las organizaciones civiles llaman la atención a los gobiernos de la región sobre la expansión de las operaciones balleneras de Japón en Antártica hacia el Atlántico suroccidental y Pacífico suroriental, que coinciden con la zona de Búsqueda y Salvamento de varios países del Grupo Buenos Aires, los cuales tendrán la obligación de atender cualquier accidente o incidente de la anacrónica flota ballenera en la Antártica.
La carta también destaca que el gobierno de Japón busca implementar el nuevo programa ballenero en Antártica, NEWREP-A, sin el adecuado escrutinio del Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional, el único organismo designado para esta tarea, ni la adecuada revisión del mismo por parte de los miembros de la CBI.
Finalmente las organizaciones civiles destacan que NEWREP-A contiene los mismos elementos que el ilegal programa ballenero JARPA II: utilizará la misma y anacrónica flota ballenera japonesa, la cual constituye un peligro para el delicado ecosistema marino antártico y la vida humana; será implementado por el mismo organismo que desarrolló JARPA y JARPA II (Institute for Cetacean Research o ICR); continuará comercializando la carne y productos obtenidos con el único objetivo político de eliminar de facto la moratoria global sobre la caza comercial y el santuario de ballenas del Océano Austral; y capturará un mayor número de ballenas que JARPA II.
Por ello las organizaciones llaman al Grupo Buenos Aires a realizar acciones urgentes orientadas a detener la implementación de NEWREP-A y rechazar ante la secretaría de la CBI el irregular proceso de revisión de dicho programa ballenero por parte del gobierno japonés.
Para Elsa Cabrera, directora ejecutiva del Centro de Conservación Cetacea (Chile) “esperamos que este contundente llamado de la sociedad civil organizada sea atendido a la brevedad por el Grupo Buenos Aires ya que la implementación de NEWREP-A constituye una grave amenaza para la gobernanza de una zona clave para nuestra región, como es la Antártica. Esto porque desconoce el histórico fallo de la Corte Internacional de Justicia, que ordenó al gobierno de Japón abstenerse de emitir nuevos permisos de caza científica e infringe gravemente el actual régimen normativo de la CBI, en particular la moratoria sobre la caza comercial y el santuario de ballenas del Océano Austral”.
Lee la carta de la sociedad civil al Grupo Buenos Aires aquí
Fuente: Centro de Conservación Cetacea