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Fiebre de petróleo amenaza Mar Adriático

5 de Septiembre de 2013 (OceanCare/NRDC News) – La empresa noruega Spectrum iniciará hoy una serie de estudios sísmicos en el mar Adriático en la Zona Económica Exclusiva de Croacia, afectando alrededor de 35 mil kilómetros de superficie marina. Estas actividades marcan el inicio de una nueva fiebre de gas y petróleo en el mar Adriático y han sido duramente criticadas por organizaciones de conservación internacionales. OceanCareNatural Resource Defense Council (NRDC por sus siglas en inglés) y los socios de la campaña Océanos Silenciosos han expresado su preocupación sobre el ruido marino de alta intensidad que puede impactar negativamente y desplazar la vida marina. Las ONG también cuestionan el procedimiento llevado a cabo antes de la implementación de las inspecciones.

Las exploraciones sísmicas entregarán información sobre posibles depósitos de gas y petróleo en un área aproximada de 12 mil kilómetros. Durante las prospecciones, las llamadas pistolas de aire comprimido emitirán explosiones de sonido cada 10 segundos aproximadamente durante un periodo de varias semanas con una intensidad de hasta 240 decibeles dirigidos hacia el suelo marino. Este procedimiento pone a la vida marina, especialmente a los mamíferos marinos – pero también congregaciones de peces – en riesgo, pudiendo ocasionar desplazamiento de las especies, daños físicos y hasta la muerte.

“Estamos extremadamente preocupados por las especies que viven en aguas más profundas, incluyendo a las ballenas picudas (o zifios) y delfines de Rissolistados y cachalotes. Los delfines nariz de botella que habitan cerca de la costa son igualmente afectados por el ruido generado por las exploraciones sísmicas. También cuestionamos si las consultas públicas y las evaluaciones de impacto ambiental han sido apropiadamente realizadas antes de iniciar estas peligrosas actividades apresuradamente”, afirmó Sigrid Lüber, presidente de OceanCare. “Ese enfoque es aún más preocupante toda vez que el gobierno Croata ha votado en varios foros internacionales a favor de medidas para proteger la vida marina del ruido submarino intenso. Ahora que se trata de sus intereses, nadie pareciera recordar estas medidas” agregó.

Los conservacionistas se refieren a decisiones sobre utilizar las mejores prácticas ambientales y la mejor tecnología disponible, dos aspectos que no han sido tomados en consideración por el proyecto Croata.

OceanCare, NRDC y los socios de la campaña “Océanos Silenciosos”, entre los que se incluye el Centro de Conservación Cetacea de Chile, están haciendo un llamado al gobierno de Croacia para detener las prospecciones sísmicas de petróleo y gas hasta que se haya realizado un proceso de consulta apropiado, finalizar los estudios de impacto ambiental e implementar estrictas medidas de mitigación.

Una fiebre cortoplacista por explorar fuentes de gas y petróleo en el mar Adriático no solamente causará daño a la vida marina, sino que amenaza el desarrollo de un enfoque precautorio sostenible que privilegia la protección de las especies y los ecosistemas, así como el turismo costero y la pesquería local.

Por ello, la campaña “Océanos Silenciosos” está invitando a todas las personas a participar activamente, firmando una petición en línea que será entregada al gobierno de Croacia orientada a detener las prospecciones marinas hasta adoptar estrictas medidas de mitigación y realizar un estudio de impacto ambiental de manera transparente y con participación de todos los interesados, incluyendo el público; así como detener las explosiones de sonido en cuanto se detecten especies marinas en el área.

Elsa Cabrera, directora ejecutiva del Centro de Conservación Cetacea, organización que forma parte de la campaña “Océanos Silenciosos”, afirmó que “la participación de todos es muy importante pues como este tipo de exploraciones se realizan en todo el mundo, sus impactos también afectan la biodiversidad marina de nuestra región, por lo que es momento de avanzar conjuntamente en la adopción de medidas a nivel internacional que eviten que estas actividades continúen destruyendo la ya disminuida vida marina”.

Fuente: OceanCareNRDCCCC