Entre el 6 y 15 de septiembre se llevará a cabo en Jeju, Corea del Sur, el Congreso Mundial de la Naturaleza, organizado bajo el alero de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
El encuentro se realiza a pocas semanas que el gobierno coreano informara sus intenciones de implementar un programa de “caza científica” de ballenas en sus aguas. El anuncio fue realizado durante la reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) el pasado mes de Julio en Panamá, generando una fuerte ola de críticas que habrían llevado al gobierno a reconsiderar sus planes. Sin embargo y ante la ausencia de un comunicado oficial del gobierno sudcoreano en esta materia, los llamados a las autoridades de ese país a rechazar públicamente cualquier intención de reanudar operaciones de matanza de ballenas han tomado nuevo impulso.
A un comunicado emitido en Julio por la misma IUCN en relación a los planes de iniciar un programa de “caza científica” de ballenas, se ha sumado el llamado del Fondo Internacional para la Protección de los Animales y su Hábitat (IFAW por sus siglas en inglés) para que Corea del Sur confirme pública y categóricamente que abandona sus planes balleneros.
Para el director del programa ballenas de IFAW, Patrick Ramage “resulta irónico que Corea del Sur sea anfitrión del Congreso Mundial de Conservación, mientras podría estar planificando la matanza de especies y poblaciones de ballenas En Peligro”.
Esto porque las ballenas que serían impactadas por el propuesto programa de “caza científica”, incluirían a ballenas minke de una población que se encuentra clasificada En Peligro. A esto se suma el hecho que entre 150 y 200 ballenas mueren anualmente en Corea del Sur enmalladas en aparejos de pesca, las cuales terminan siendo comercializadas en los mercados locales, generando crecientes cuestionamientos por parte de la comunidad internacional, en lo que crecientemente se conoce como “ballenería incidental”.
Frente a estos anuncios, Elsa Cabrera, directora ejecutiva del Centro de Conservación Cetacea de Chile, afirmó que “es necesario conocer la posición oficial del gobierno de Corea del Sur sobre este sensible tema”.
La ambientalista agregó que la presión ejercida por países como Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos fue clave en julio pasado para que las autoridades de la nación asiática enviarán las primeras señales sobre no seguir adelante con sus planes balleneros. Al respecto, Cabrera concluyó que “creemos que sería muy importante que los países latinoamericanos miembro de la CBI – conocido como Grupo Buenos Aires – solicitaran formalmente a Corea del Sur respetar la integridad de la moratoria global sobre la caza de ballenas y detener cualquier proyecto orientado a revitalizar operaciones balleneras”.
Fuente: PR Newswire, CCC