Una revisión de investigaciones realizadas durante los últimos 20 años revela cientos de casos en los cuales la basura marina es la principal responsable de enfermedades y muertes de ballenas y delfines.
21 de Agosto de 2011 – Millones de toneladas de basura y escombros que son arrojados cada año en los océanos del mundo constituyen un peligro letal para las especies de cetáceos. Así lo concluyó un reporte científico que fue presentado durante la pasada reunión anual de la Comisión Ballenera Internacional (CBI).
El informe, que incluyó la revisión bibliográfica de las últimas dos décadas en investigación sobre el tema, revela miles de casos en que la basura es responsable de enfermedades y muerte de miles de cetáceos (ballenas, cachalotes, delfines y marsopas) anualmente.
Aunque se sabe que hace bastante tiempo que una de las principales amenazas son el enmalle en redes de pesca y las bolsas plásticas – que también ocasionan la muerte de aves, tortugas y otras especies de mamíferos marinos – su ingesta por parte de especies de grandes cetáceos también está emergiendo como una causa grave de discapacidad y muerte, afirmaron los expertos.
Ejemplos Espeluznantes
En el 2008 dos cachalotes vararon muertos en la costa de California (EE.UU) y tras la necropsia de uno de los ejemplares se descubrió una cantidad de más de 200 kilos de redes de pesca y otros materiales sintéticos en su aparato digestivo. Uno de estos mamíferos marinos de 15 metros de largo tenía el estómago despedazado, y el otro presentaba síntomas de desnutrición debido a la gran cantidad de plástico que bloqueaba su tracto digestivo.
Por otra parte, el contenido estomacal de siete cachalotes que vararon muertos en las costas del Adriático (sur de Italia) en 2009 presentaban picos de calamares a medio digerir, anzuelos de pesca, cuerdas y una gran diversidad de objetos plásticos.
Un espeluznante caso ocurrió en 2002 cuando una ballena minke que varó muerta en las costas de Normandia (Francia) tenía cerca de una tonelada de plástico en su estomago, incluyendo bolsas de dos supermercados Británicos.
Para Mark Simmonds, autor del informe y miembro del Comité Científico de la CBI “los zifios de Cuvier en el Atlántico Norte parecen tener una alta y particular incidencia en la ingestión y muerte por bolsas plásticas”.
Necesidad de Realizar Mayor Investigación
Tanto la extensión del problema, así como su impacto para la supervivencia de una población continua siendo desconocido. Chris Parsons, biólogo marino de la Universidad de Virginia agregó que “en muchas áreas del planeta los cadáveres de las ballenas varadas no son adecuadamente registrados o examinados, pero en aquellas áreas donde se realizan análisis de contenido estomacal, la ingestión de plástico pareciera ser rara”. Según los expertos esto podría deberse a que la mayoría de los cetáceos que mueren por trauma intestinal o atrapados en artes de pesca y probablemente se hunden al fondo marino.
“Sin embargo es evidente que los desechos plásticos pueden dañar estos animales por lo que necesitamos realizar urgentemente estudios adicionales”, agregó Simmonds, quien también advirtió que las mayores amenazas para los cetáceos alrededor del mundo son las capturas incidentales en artes de pesca y el cambio climático.
Recientes estudios han confirmado que las llamadas zonas de convergencias marinas – formadas por corrientes y vientos – acumulan altas concentraciones de basura y coinciden con zonas de alimentación de ballenas y otras especies marinas.
Incipientes Esfuerzos de Conservación
Los científicos y la comunidad internacional ha respondido lentamente a los impactos generados por la basura en el océano y las especies que allí habitan.
A pesar que en 2003 el Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas estableció la Iniciativa Global en Basura Marina, solamente en 2009 presentó un análisis detallado del alcance de los problemas.
Más recientemente representantes de 38 países se reunieron en Hawaii (EE.UU) y adoptarón el “Compromiso de Honolulu” delineando una docena de medidas contra la basura marina.
De acuerdo al informe de Simmonds, el nivel de amenaza generado por la basura marina varía de acuerdo a las especies y tipo de desechos. Para los cetáceos dentados (odontocetos) la ingesta de piezas de plástico pareciera producir los daños más graves. Los cachalotes y zifios son especialmente vulnerables porque muchas de ellas succionan su alimento. En el caso de las ballenas, que se alimentan filtrando su alimento, todavía se conoce poco sobre cuáles serían los deshechos que constituyen su principal amenaza.
Pero no sólo la obstrucción por la ingesta de deshechos es un peligro para los cetáceos. Las toxinas presentes en este componente artificial constituyen una considerable amenaza para la salud de los animales debido a que persisten en al ambiente marino incluso mucho después que el plástico se ha degradado en millones de minúsculas partículas.
Fuente: Mother Nature Network