Los cetáceos no son las únicas criaturas marinas perjudicadas por la tecnología de los sonares marinos. Un nuevo estudio conducido por la Universidad Técnica de Cataluña en Barcelona España, confirmó que la exposición sostenida a este tipo de contaminación acústica puede dañar severamente a calamares y otros invertebrados marinos.
28 de Julio de 2011 – Un estudio realizado por investigadores españoles reveló que los sonares, utilizados generalmente en la aplicación de tecnologías bélicas y para la búsqueda de petróleo y gas, no sólo impactan negativamente a las especies de cetáceos sino también afectan a calamares y otros invertebrados marinos. Las evidencias científicas podrían explicar uno de los misterios de los calamares gigantes, ya que hasta ahora los restos de estas alusivas criaturas marinas han sido descubiertos con frecuencia sin una causa clara de su muerte.
En el 2003, varios calamares gigantes se vararon en las costas de España. Los cuerpos, que incluía un especímen de más de 12m de largo, aparecieron unos días después que la Marina Española condujo varios ejercicios con sonares en aguas cercanas. Los investigadores que analizaron el resto del calamar gigante pudieron identificar severos daños corporales, incluyendo órganos reducidos a pulpa, tejido muscular molido y lesiones en los órganos del equilibrio de estos invertebrados conocido como estatocisto.
Los investigadores plantearon que el calamar gigante podrían haber sido afectado por el uso del sonar de alta intensidad y baja frecuencia, cuya potencia puede variar entre 157 y 175 decibeles con frecuencias entre 50 a 400 Hertz.
En aquella oportunidad el biólogo marino Angel Guerra afirmó que “tenemos dos hipótesis sobre la muerte de los calamares: impacto directo de las ondas emitidas por el sonar o destrucción casi absoluta de sus estatocistos, que los habría dejado completamente desorientados”.
Los Sonares Invalidan la Vida Marina
Los estatocistos son los órganos del equilibrio de los invertebrados marinos. Tienen una forma redondeada y tienen delgadas células ciliadas similares a delgados vellos que le permiten al animal balancearse y moverse a través del agua. En el reciente estudio de la Universidad Técnica de Cataluña, los investigadores determinaron que dos horas de exposición al intenso sonido de baja frecuencia emitido por los sonares, arranca las células ciliadas de los estatocistos, invalidando a los animales. Por lo tanto la hipótesis de Guerra ha sido respaldada como prueba.
Guerra, quien no participó en el reciente estudio, señaló las diferencias entre los cefalópodos utilizados en la investigación y los restos de los calamares gigantes descubiertos en 2003. Las heridas encontradas en aquel entonces eran mucho más pronunciadas que las generadas en laboratorio. Guerra atribuye esto a la alta intensidad acústica y las múltiples fuentes de sonido a que los calamares gigantes están expuestos en el mundo real. Adicionalmente los calamares varados en 2003 fueron encontrados muertos y no heridos. Para los investigadores de este caso, la muerte de los animales en 2003 pudo haber sido el resultado de una exposición corta pero muy intensa (explosión) de sonido de alta intensidad y baja frecuencia. Guerra concluyó que “los desorientado animales podrían haber vagado desde las profundidades donde habitan hasta la superficie y la diferencia de temperatura y presión los pudo haber terminado de matar.”
Fuente: National Geographic