En medio de protestas y fuertes medidas de seguridad policial, el documental ganador del Oscar 2010, The Cove (La Ensenada) del realizador norteamericano Louis Psihoyos pudo ser finalmente estrenada en seis cines de Japón.
El documental, honrado el pasado mes de marzo con el máximo galardón de la academia de cine norteamericano, muestra la matanza anual de miles de delfines en las costas de Japón con el fin de abastecer de animales vivos a la industria del cautiverio de cetáceos y comercializar o distribuir la carne de los cetáceos asesinados en mercados y colegios locales.
El documental también denuncia los altos niveles de contaminantes como mercurio y contaminantes orgánicos persistentes (COPs) encontrados en la carne y productos obtenidos de las matanzas, y cómo el gobierno de Japón prefiere colocar en riesgo la salud de sus habitantes por sobre los intereses de la industria pesquera nipona.
El contenido del documental ha generado un gran debate interno en Japón, donde sectores nacionalistas que han intentado impedir la exhibición de “La Ensenada” en dicho país, han argumentando que es “anti-japonesa”. Como resultado de protestas y acciones intimidatorias, sólo seis de 26 cines programados originalmente estrenaron el documental el fin de semana pasado. Sin embargo, se espera que se sumen otros 18 establecimientos durante las próximas semanas.
Desde hace algunos años, grupos nacionalistas nipones, como la Sociedad para la Restauración de las Soberanía, que cuenta con un reducido puñado de miembros de base – ha organizado protestas argumentando que los pescadores japoneses deben ser protegidos de la condena occidental y han hecho al documental “La Ensenada” su principal objetivo de ataque.
La represión de grupos nacionalistas contra la exhibición de película ha debido enfrentar una fuerte resistencia de parte de los defensores del derecho de libertad de expresión, consagrado en la constitución nipona.
Libertad de Expresión en Japón, Un Derecho Constitucional
El pasado lunes 29 de junio, la Federación de Cines y Trabajadores Teatrales de Japón emitió un llamado de emergencia argumentando que “sucumbir a las amenazas y desechar nuestra responsabilidad como foros de expresión es causal de alarma”.
De manera similar, dos diarios japoneses, Mainichi Shimbum y Tokio Shimbum, publicaron sendas editoriales alertando que la posible cancelación del documental “amenaza laal libertad de expresión” en Japón. “Impulsamos a los teatros restantes a no vacilar. El público debe apoyar esta posición, y la policía y otras autoridades deben responder con fuerza ante cualquier intento de sabotaje” afirma la editorial del Tokio Shimbum.
El sindicato de Directores de Cine de Japón, también se unió al llamado a defender la libertad de expresión, afirmando que las acciones orientadas a detener la exhibición del documental “limitan la oportunidad de expresar pensamientos y creencias, que son la base de una democracia”.
Para Takeshi Kato, presidente de Unplugged Inc., la distribuidora encargada de mostrar el documental en la nación asiática, “los cines han adoptado una decisión y aunque las protestas continúen no bajaremos la guardia. Este es el primer paso a la victoria”. Kato agregó que cuatro de los seis cines que mostraron el documental el sábado fueron objeto de protestas callejeras o amenazas, mientras que los otros cuatro consiguieron órdenes de la corte para protegerlos de protestas y actos intimidatorios.
Por su parte Hiroyuki Shinoda, editor de la revista liberal Tsukuru y líder del movimiento japonés por el derecho a la libertad de expresión, “todavía estamos enfrentando un desafío cuesta arriba pero estamos trabajando para ver cómo podemos proteger a estos cines ya que no podemos bajar la guardia”.
Reacciones Después de Exhibición de La Ensenada
Aunque ya había sido presentada oficialmente durante el festival internacional de cine en Tokio, esta es la primera vez que “La Ensenada” llega comercialmente a los cines de Japón. A pesar de la fuerte presencia policial en las afueras de los cines de Sendai, Tokio, Yokohama, Kyoto, Osaka y Hachinone, y de grupos de manifestantes nacionalistas que buscan impedir la difusión del contenido del documental, el estreno se realizó sin mayores incidentes.
Tras la presentación del documental en Yokohama, un estudiante japonés de 24 años afirmó que “fue muy cruel ver el océano teñirse de rojo con la sangre de los delfines…la película nos entrega la oportunidad de considerar lo bueno y lo malo de la matanza de delfines”.
Por su parte, Tomokazu Toshinai, espectador de 32 años, afirmó que “no sabía de la matanza de delfines. Ya sea en la TV o en películas, tenemos el derecho a saber estas cosas”.
Por su parte Kazutaka Sangen, alcalde de Taiji – la pequeña localidad costera encargada de realizar la matanza anual de delfines – afirmó su desilusión por la exhibición pública del documental en su país. “Entiendo que la libertad de expresión es un derecho pero al mismo tiempo debemos pensar en los derechos de los pescadores y en las reglas de la producción de cine” afirmó Sangen.
Sin embargo, para el director del galardonado documental, Louis Psihoyos “la intención del documental es alertar a la ciudadanía japonesa sobre la amenaza para la salud humana que constituye el consumo de productos de carne y productos de cetáceos altamente contaminados con sustancias tóxicas como el mercurio”.
Fuente: New York Times, AFP, CCC