Tras el debilitamiento de las políticas de conservación de ballenas bajo la administración Bush, el reciente gobierno de Barak Obama retomó con decisión la posición histórica de Estados Unidos mediante una de las declaraciones más fuertes realizadas en contra de la “caza científica” de ballenas desarrollada por Japón.
La declaración, hecha por la Casa Blanca y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), critica el abuso a las reglas establecidas por la CBI y afirma que las operaciones de la denominada “caza científica” de ballenas socava la moratoria sobre la caza comercial. La declaración también defiende fuertemente la medida, que fue adoptada por la mayoría de la Comisión en 1982 y que se encuentra vigente desde hace 23 años.
La presidenta del Comité de Calidad Ambiental de la Casa Blanca, Nancy Sutley y la nueva directora del NOAA, Jane Lubchenco, dieron a conocer la posición del gobierno estadounidense durante una audiencia en el Congreso. En la oportunidad, Sutley afirmó que “la conservación de las ballenas es un tema de máxima prioridad para el gobierno de Obama”. Las voceras agregaron que la nueva administración “se opone fuertemente a las operaciones balleneras con fines “científicos”, las cuales considera innecesarias bajo el marco actual de conservación y manejo de las poblaciones de cetáceos”.
Sutley y Lubchenco afirmaron que las cláusulas de la convención de la CBI que permiten el uso de objeciones, reservas y una creciente “expansión” de interpretaciones respecto a la utilización de permisos para desarrollar operaciones de “caza científica”, han socavado la moratoria y los estatutos de la CBI.
La administración de Obama informó que 2010 es el año para encontrar soluciones a los problemas que enfrenta la organización y que utilizará su influencia para alcanzar esta meta.
Por otra parte, el vocero del Instituto de Investigación de Cetáceos (ICR por sus siglas en ingles), organismo encargado de desarrollar operaciones japonesas de “caza científica” de ballenas, informó públicamente por primera vez los detalles de la propuesta presentada a la CBI bajo el proceso de negociación iniciado hace un año en Santiago de Chile. Esta incluía reducir el número de ballenas cazadas en el Santuario Ballenero Austral de 950 a 750, no expandir las operaciones de “caza científica” en el Pacífico Norte y no objetar el establecimiento del Santuario Ballenero del Atlántico Sur.
En términos prácticos, la propuesta japonesa no reduce el número de ballenas cazadas en el Santuario Ballenero del Océano Austral ya que la flota nipona suele cazar menos de 750 ballenas por temporada. Las operaciones del Pacifico Norte continuarán impactando negativamente una población de ballena minke que se encuentra al borde de la extinción y los países presionados por Japón para apoyar incondicionalmente su política ballenera en la CBI se encargarán de objetar la creación de Santuarios, como lo hicieron recientemente en una declaración aprobada en Tokio donde rechazan su establecimiento.
La reanudación de la política conservacionista que caracterizó a los EEUU hasta la llegada de Bush a la Casa Blanca, se produce luego que la propuesta japonesa fuera rechazada durante una reunión realizada recientemente en San Francisco.
Fuentes: The Age