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Islandia desafía moratoria sobre caza comercial de ballenas

20 de mayo de 2008 – El ministro de pesca de Islandia, Einar K. Gudfinnsson, anunció que permitirá la reanudación de operaciones de caza comercial de ballenas minke (Balaenoptera acutorostrata). El anuncio lo hizo a pesar que el año pasado el gobierno de Islandia afirmó que no emitiría más cuotas de captura de ballenas debido que prácticamente no existe demanda para los productos de ballena. La temporada de caza, que se extenderá hasta diciembre contemplará la captura de 40 ballenas minke.

En octubre de 2006, Islandia reanudó las operaciones de caza comercial de ballenas en una movida que desafía la moratoria vigente sobre la caza comercial de ballenas acordada por la Comisión Ballenera Internacional en 1982.

Durante los últimos meses, el país nórdico ha enfrentado un intenso debate respecto a la viabilidad de las operaciones balleneras. Por una parte, la Alianza Social Demócrata, que forma parte de la coalición en el poder junto al Partido Independiente, no apoya la caza comercial de ballenas. Sin embargo, algunos sectores aseguran que es necesario cazar ballenas para proteger las poblaciones de peces comerciales.

Para Elsa Cabrera, directora ejecutiva del Centro de Conservación Cetacea, “la determinación del gobierno islandés carece de fundamentos científicos ya que el ecosistema marino es mucho más complejo y no basta con remover individuos de una especie para que otras aumenten.” Cabrera agregó que las amenazas a las poblaciones de peces no se relacionan con el numero de ballenas sino con otros factores, como la sobre explotación de la industria pesquera, el cambio climático y la contaminación de los océanos.

Para el sector turístico, la decisión del gobierno islandés constituye una amenaza a la emergente industria del turismo de avistaje de ballenas que se desarrolla en ese país, ya que muchos de los turistas son extranjeros que evitan viajar destinos donde se realizan operaciones de caza de cetáceos. Actualmente, las ballenas vivas generan más ingresos económicos que la caza comercial, ya que se requieren sólo nueve observadores de ballenas (turistas) para generar los mismos ingresos que una ballena cazada. “Al no ser cazada, una ballena puede generar a lo largo de su vida muchos más ingresos que un solo animal capturado” concluyó Cabrera.

Fuente: CCC, Bloomberg.com