Recientemente, la más costosa y sofisticada embarcación de pesca de arrastre, la “Saga Sea”, operada por la multinacional noruega Aker ASA, zarpó hacia las ricas aguas del Océano Austral. Dotado de nueva tecnología que le permite bombear y aspirar continuamente miles de toneladas de kril, esta nave cambiará la forma en que ha operado la pesquería de este pequeño crustáceo.
El kril antártico (Euphausia superba) es un maravilloso animal que habita las heladas aguas de la Antártica. Similar a un camarón, con grandes ojos negros y un caparazón rojizo, pesa menos de 2g y puede vivir hasta siete años. Siendo tan pequeño, es difícil creer que el kril antártico es la única fuente de alimento de animales tan grandes la emblemática ballena azul.
Sin embargo esta visión cambia cuando consideramos que el kril antártico vive en enormes congregaciones compuestas por miles de millones de animales que se pueden extender por varios kilómetros en el Océano Austral. La vida de estos pequeños crustáceos esta muy vinculada a la capa de hielo que anualmente se forma y retrae alrededor del continente antártico durante las temporadas de invierno y verano. Durante el invierno, el kril sobrevive alimentándose de las algas que crecen bajo la capa de hielo polar y en el verano se alimenta del plancton que florece mientras el hielo se derrite. Adicionalmente, las áreas de reproducción se localizan cerca de las capas de hielo polar.
Pero el calentamiento global esta impactando la Antártica y las poblaciones de kril han comenzado a sentir su efecto, ya que las capas de hielo invernal han disminuido considerablemente durante los últimos años. Por lo tanto, el calentamiento global podría estar afectando a una multitud de especies de han dependido de la abundancia de kril durante millones de años.
A pesar que el kril no es un producto actualmente apetecido en la gastronomía, debido a su fuerte sabor, su contenido altamente nutritivo se ha presentado como una alternativa para la producción de alimento para la industria de la acuicultura y nutriceutica. Un gigante entre las especies de zooplancton, pudiendo llegar a medir cerca de siete centímetros, el kril antártico es una fuente de alimento vital para todas las especies de ballenas, focas, pingüinos, peces y albatros que habitan el Océano Austral. Literalmente, el kril antártico es el sustento que mantiene vivo a todas las especies costeras y marinas que habitan el continente helado.
Pingüinos No Tan Felices
El año pasado, la película “Happy Feet” (El Pingüino) mostró tristes escenas de pingüinos hambrientos debido a la pesca indiscriminada de embarcaciones de arrastre que agotaban sus reservas de alimento. La pregunta es ¿podría suceder esto en la vida real?
Para responder esta pregunta un grupo de científicos de todo el mundo, liderado por Eva Plagányi, profesora del Departamento de Matemáticas Aplicadas de la Universidad de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, han estado utilizando modelos matemáticos para pronosticar los impactos de la pesquería del kril sobre las especies predadoras de este crustáceo. La respuesta parece ser positiva. Si otras naciones adoptan la nueva tecnología pesquera para capturar kril y existe un mercado dispuesto a comercializarlo, las pesquerías de kril se podrían expandir rápidamente en zonas que son vitales para la alimentación y supervivencia predadoras de kril, como pingüinos, focas y ballenas.
La mayor preocupación de los científicos se relaciona con las necesidades de alimento otras especies predadoras de kril que habitan las costas antárticas. A pesar que los pingüinos y las focas se reproducen en tierra, necesitan encontrar alimento en el mar para alimentarse y nutrir a sus crías. Si el kril alrededor de sus áreas de alimentación se agota, los animales tendrán que desplazarse largas distancias para encontrar alimento y esto podría impactar negativamente la capacidad de los animales para mantenerse y reproducirse con éxito.
El tema no se limita a la cantidad de kril capturado, sino también a las áreas y época en que operan las pesquerías, ya que en algunas zonas, las embarcaciones pesqueras operan al mismo tiempo que los pingüinos y las focas se alimentan.
Modelos Matemáticos, Estimaciones Futuras y Calentamiento Global
Hacer los cálculos que permitirían comprender los impactos de la pesquería del kril sobre las especies que dependen del kril para sobrevivir no es una tarea fácil ya que el ecosistema es complejo y difícil de cuantificar. Por lo tanto, entender los aspectos biológicos del problema es sólo una parte de la solución.
Se requieren estimaciones para responder preguntas difíciles como: ¿cuánto kril pueden capturar las pesquerías?, ¿cuándo y dónde se les permitiría operar? ¿cuál es el impacto en los predadores de kril?, ¿podrán las poblaciones recuperarse al tener que compartir su recurso alimenticio? Y dado que la Antártica es un área donde los impactos del calentamiento global son evidentes también cabría preguntarse ¿puede el ecosistema sustentar los impactos producidos por la pesquería de kril y el calentamiento global?
Para intentar resolver estos complejos problemas los investigadores unieron modelos matemáticos que describen la forma que las poblaciones crecen e interactúan con el fin de entender cómo funciona el sistema y cuál sería el impacto de distintos niveles de captura de kril.
Preguntas como ¿qué pasaría con los predadores de kril que habitan la isla Georgia del Sur (Océano Austral), si una embarcación aspirara una congregación completa de kril cerca del lugar?, han sido analizadas por los investigadores, quienes han concluido que las respuestas no siempre son certeras, pero que representan lo mejor disponible actualmente a nivel científico.
Debido a que los humanos también somos predadores y existe consenso sobre la necesidad de utilizar los recursos de manera racional, los programas de investigación deberían orientarse a formas de proteger el ecosistema marino mientras se asegura una operación económicamente eficiente de las pesquerías.
Los Desafíos Futuros que Enfrenta Chile en la Conservación del Kril Antártico
Chile es una de las 24 naciones que participan activamente en la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR por sus siglas en inglés) la cual forma parte del Sistema del Tratado Antártico. La CCAMLR fue fundada a finales de 1970 en respuesta a la necesidad de proteger los organismos vivos que habitan el Océano Austral para el mutuo beneficio de ecosistema marino y la humanidad.
A pesar que durante los últimos años Chile ha jugado un rol fundamental en la regulación de la pesquería de kril, es necesario fortalecer una plataforma científica que le permita contribuir a resolver las incertidumbres existentes en relación a la pesquería del kril y sus impactos sobre las especies que dependen de él para sobrevivir. De esta manera el país participar activamente en el desarrollo de medidas de conservación orientadas a cumplir con uno de los principios básicos de la CCAMLR, como es asegurar que las especies dependientes no se vean afectadas adversamente por las actividades humanas.
Las nuevas tecnologías pesqueras de kril enfrentan a la CCAMLR con un gran desafío, ya que deberá trabajar para cumplir con los objetivos de conservación establecidos en la Convención en medio de crecientes presiones económicas por expandir rápidamente esta pesquería. El creciente interés de la industria de la acuicultura por encontrar alternativas para abastecer de proteínas y aceite de origen animal que respalde la actual expansión de la industria de cultivo intensivo de salmones y truchas, así como las propiedades alimenticias y nutriceuticas del kril para el consumo humano, evidencian que la demanda por este pequeño crustáceo ira en aumento. En este contexto, los impactos del calentamiento global sobre las poblaciones de kril, deben ser tomados en consideración al momento de tomar decisiones sobre la conservación y administración de esta especie en el Océano Austral.