A pesar de la oposición internacional y la baja demanda en los productos derivados de la supuesta caza científica de ballenas realizada por Japón en el Océano Austral, una flota de seis embarcaciones zarparon la semana pasada hacia las aguas del hemisferio sur con el objetivo de capturar cerca de 1,000 ballenas minke antártica y 10 ballenas de aleta, especie catalogada como En Peligro por la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN).
Para Elsa Cabrera, directora del Centro de Conservación Cetacea “el abuso sistemático de Japón a lo establecido en la Convención Ballenera, a través de las operaciones realizadas por el Instituto de Investigación de Ballenas (ICR por sus siglas en inglés) de Japón en el Océano Austral, amenaza seriamente la conservación de especies actualmente clasificadas en peligro, como la ballena de aleta, en nombre de investigaciones seudo científicas con fines más propagandísticos que de investigación.”
A pesar que Japón argumenta que las ballenas capturadas son utilizadas para la investigación, el ICR comercializa la carne obtenida en el mercado japonés y recientemente inició una campaña de promoción de los productos derivados de ballenas en respuesta a la rápida y significativa disminución de la demanda por productos de cetáceos. La campaña del ICR incluye alianzas con escuelas y asociaciones de chefs para promover la carne de ballena como un ingrediente de la cocina occidental para la creación de platos como hamburguesas, pates y helados de ballena.
Durante los últimos años el gobierno nipón ha reducido significativamente los precios de comercialización de productos derivados de la caza científica de ballenas y actualmente cuenta con un sobre almacenamiento de varias toneladas de carne y grasa. Una encuesta realizada en Japón en junio de 2006 reveló que un 95% de los ciudadanos nunca o raramente consumen carne de ballena, y más de un 70% no apoya la caza de ballenas en el Océano Austral.
Para Cabrera “los intentos desesperados de Japón por deshacerse de la carne y grasa acumulados, y las campañas del ICR para occidentalizar el consumo de estos cetáceos evidencian que la carne de ballena no forma parte de la tradición culinaria nipona como argumenta Japón”.
Fuente: CCC