El Océano Circumpolar o Austral tiene una larga historia de sobre explotación por parte de los humanos. Tanto lobos marinos, como focas y grandes ballenas fueron especies cazadas indiscriminadamente hasta cerca de la extinción. Ahora los científicos afirman que la captura comercial de peces y kril podría ocasionar un catastrófico colapso del ecosistema marino completo.
De acuerdo al Instituto Británico Antártico (BAS por sus siglas en inglés), organismo responsable de la de investigación científica en la región y asesor científico de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antártico (CCAMLR), “la explotación comercial de kril en el Océano Austral podría generar el rápido deterioro y colapso de otras especies de aves y mamíferos marinos, por lo que es necesario considerar las graves consecuencias del aumento de estas capturas en las poblaciones mismas de kril y en la fauna marina, especialmente en aves, focas y peces que dependen en gran parte del kril para su subsistencia”.
Investigaciones sistemáticas realizadas por BAS en Georgia del Sur, revelan que una gran diversidad de animales marinos – entre los cuales se encuentran especies de focas, pingüinos y albatros – son extremadamente sensibles a las fluctuaciones en el número de kril. Durante la década de los noventa, cuando el kril fue menos abundante, investigadores descubrieron que muchas especies presentaron mayores problemas para asegurar la supervivencia de sus crías.
Actualmente se capturan alrededor de 132.000 toneladas de kril al año y la presión por aumentar esta cifra se enmarca dentro de la política económica global de la industria pesquera, por lo la CCAMLR y otros organismos se encuentran realizando esfuerzos para poder determinar con antelación los impactos negativos sobre las poblaciones de especies marinas y los requerimientos de conservación que aseguren la subsistencia del ecosistema marino austral.
LA ACUICULTURA PODRIA CONVERTIRSE EN LA PRINCIPAL AMENAZA PARA EL KRIL
Dentro de las principales amenazas que deberá enfrentar el kril en el futuro próximo se encuentra la rápida expansión del cultivo de peces o acuicultura.
Con una tasa de crecimiento del 11% anual, se espera que para el 2012 la producción total de peces cultivados exceda las capturas pesqueras oceánicas, y para el 2022, alcance a la producción global de carne roja. Esto significaría que la acuicultura requerirá enormes cantidades de proteína y grasa para alimentar a los peces cultivados. |
De acuerdo a la Fundación Mundial para la Naturaleza (WWF), actualmente los peces criados en granjas marinas consumen el 70% de la producción mundial de aceite de pescado y el 34% de la producción de harina de pescado. Con el colapso de las pesquerías debido a la sobre explotación industrial, muchas empresas dedicadas al cultivo de peces están orientando sus intereses hacia la explotación del kril presente en la Antártica, con el fin de abastecer futuras demandas comerciales.
Adicionalmente, el kril tiene un valor particular para la industria salmonera, ya que contiene una sustancia que otorga el característico color rosado a la carne de salmón, ya que la creciente preocupación de los consumidores debido a la utilización de colorantes artificiales por parte de la industria salmonera (que podrían ocasionar daños a la visión), ha incentivado la utilización del pigmento natural encontrado en el kril.
PECES EN PROBLEMAS
La supervivencia del kril no es la única en juego cuando de trata de la explotación del Océano Austral.
La pesca ilegal de bacalao de profundidad y antártico debido a los altos precios que alcanza su carne en el mercado internacional podría generar el colapso de sus poblaciones en un futuro cercano. En este sentido, se estima que durante el 2001 la pesca ilegal de bacalao en las aguas protegidas por la CCAMLR fue de 12 toneladas, con otras 16 toneladas de bacalao ilegal provenientes de áreas marinas adyacentes.
Para los expertos, el mayor problema con las operaciones de pesca pirata, es que son extremadamente difíciles de monitorear debido a las vastas áreas oceánicas y los altos niveles de organización de los criminales involucrados.
El daño ecológico ocasionado por las operaciones de pesca ilegal también incluye la declinación de las poblaciones de aves como albatros y petreles. La CCAMLR estima que las embarcaciones piratas de bacalao son responsables de la muerte de más de 140 mil albatros y 400 mil petreles en aguas antárticas desde 1996, debido a la metodología de captura del bacalao consistente en cientos de líneas de varios kilómetros con miles de anzuelos, donde las aves encuentran una muerte lamentable.
Fuente: National Gographic News