Japón, Sábado 11 de Mayo de 2002 – Entre mediados de 1950 e inicios de los años setenta, y a pesar de la creciente preocupación mundial por la inminente desaparición de las poblaciones de ballenas, las flotas balleneras japonesas cazaron más numero de ballenas que las registradas en las estadísticas oficiales y continuamente capturaron especimenes juveniles.
Estas graves denuncias fueron realizadas por Isao Kondo – ex cazador japonés con más de treinta años de experiencia en ballenería costera – y son parte de un libro publicado el 2001 que revela el lado oscuro del pasado ballenero japonés.
Las declaraciones del libro titulado ‘Ascenso y Colapso de la Ballenería Costera en Japón’, han llamado la atención de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), la cual se reunirá en pleno entre el 20 y 24 de Mayo en el puerto ballenero japonés de Shimonoseki. Es tal interés de la CBI por las denuncias realizadas en el libro, que la Comisión solicitó un informe sobre el tema a Toshio Kasuya, experto en la materia y profesor de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Teiko, Japón.
La presentación del libro no pudo llegar en peor momento para el gobierno nipón, el cual anunció que tiene contemplado reanudar la caza científica de ballenas en aguas costeras del país asiático.
El libro también ha creado una conmoción entre la comunidad ballenera, debido a que Kondo -de 75 años – afirma que desde mediados de los años 50 hasta inicios de los setenta, las compañías japonesas encargadas de ballenería costera cazaron grandes especimenes como cachalotes y falsificaron las cifras de los animales capturados. Kondo relata cómo los oficiales encargados de medir los animales, falsificaban los datos cuando constataban que se trataba de un ejemplar juvenil y cómo los inspectores a bordo de las embarcaciones generalmente ‘ignoraban’ las infracciones cometidas. |
El informe profesor Kasuya ya fue entregado al Comité Científico de la CBI, el cual se encuentra reunido a puerta cerrada desde finales de abril en Shimonoseki. De acuerdo al informe, el número real de ballenas capturadas por Japón es dos a tres veces superior a las cifras registradas oficialmente. Pero hasta el momento, tanto Kasuya como los miembros del Comité Científico han declinado hacer declaraciones al respecto.
Los oficiales del departamento de Pesca de Japón, se encuentran bastante molestos con los resultados del informe, pero también han mantenido silencio sobre el tema.
En entrevista telefónica al diario japonés Asahi Shimbun, Kondo declaró que ‘mi intención no fue exponer los secretos de la industria ballenera costera, sólo pensé que debía dejar un registro de lo que realmente sucedió.
Las reacciones internacionales ante las denuncias de Kondo no se han hecho esperar. El escritor canadiense C.W. Nicol, quien trabajó como monitor en embarcaciones balleneras de su país y partidario de la reapertura de la caza comercial, expresó su profunda desilusión ante las compañías japonesas y la industria ballenera en general. Nicol agregó que ahora será más crítico respecto a las actividades balleneras de Japón debido a los constantes engaños cometidos por la industria ballenera nipona durante tantos años.
Fuente: The Asahi Shimb