A pesar no tener manos como las humanas, algunos delfines nariz de botella de Bahía Tiburón, Australia, han encontrado la forma de coleccionar y utilizar esponjas del suelo marino con el fin de colocarlas en sus rostros como protección cuando se alimentan.
De acuerdo al científico Michael Krutzen, de la Universidad de Zurich, Suiza, “los delfines podrían utilizar las esponjas como guante para proteger sus sensibles rostros cuando buscan alimento en el suelo marino”.
La investigación también reveló que las esponjas utilizadas por los delfines suelen ser cónicas y fácilmente adaptables a la forma del rostro de estos animales, y que la mayoría de los “delfines esponja”, como los han denominado los investigadores, son hembras.
Con el objetivo de determinar si la utilización de esta herramienta es genética o transmitida culturalmente, Krutzen y sus colegas analizaron el ADN de 13 de los 15 “delfines esponja” (12 hembras y un macho), de una población total de 172 delfines. El resultado indicó que la mayoría de los “delfines esponja” tienen una relación maternal y comparten el mismo ADN mitocondrial, el cual sólo se transmite a través de la madre.
A pesar que la comparación del ADN nuclear demostró que los “delfines esponja” están cercanamente relacionados, los investigadores sostienen que el patrón de conducta no se podría explicar genéticamente debido a que no es coincidente con el patrón hereditario. La conclusión de los investigadores es que esta conducta sería culturalmente transmitida de una generación a otra, presumiblemente de madres a crías.
Los delfines son conocidos por su increíble capacidad para aprender y se ha demostrado que las vocalizaciones o “cantos” de algunas especies de ballenas son influenciadas culturalmente. El resultado del estudio sería el primer ejemplo de mamíferos marinos que transmiten culturalmente el uso de herramientas.
Sobre la relación entre machos y hembras “esponja”, Krutzen cree que esto se podría deber a que los machos se interesan más en otras actividades como formar alianzas con otros machos y socializar, mientras que la utilización y búsqueda de alimento con esponjas es una actividad usualmente solitaria.
Fuente: New Scientist