A pocas semanas de iniciarse la 56ta reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), el presidente de Brasil, Luis Ignacio Lula da Silva, se dirigió en una carta abierta a los líderes mundiales con el fin de promover el uso no letal de las ballenas como una alternativa sustentable y socialmente equitativa de apropiarse de los recursos representados por las especies de cetáceos.
En la carta, el Presidente da especial énfasis a la propuesta para creación del Santuario Ballenero del Atlántico Sur (SBAS), la cual ha sido presentada por varios años a la Comisión sin alcanzar los ¾ de mayoría de votación debido a la presión económica ejercida por Japón sobre un creciente número países que anualmente se adhieren a la CBI.
CONSERVACIóN Y ECONOMIA
A pesar del éxito económico que ha tenido el turismo de observación de ballenas y delfines en los países de la región como Argentina y Brasil, la carta del presidente afirma que su gobierno no busca establecer el Santuario para asegurar el desarrollo de esta actividad turística, sino para proteger a las poblaciones de ballenas de futuras operaciones de caza. Al respecto Lula da Silva envía un claro mensaje a sus homólogos de la región afirmando que “el ecoturismo, la investigación científica y los valores culturales de las ballenas, como símbolo para la conservación de las especies marinas, es extremadamente importante para los países de nuestra región, lo que justifica nuestros esfuerzos para protegerlas de los intentos futuros por la ballenería en aguas internacionales”.
Durante los últimos años, países como Japón, Noruega e Islandia han presionado fuertemente para levantar la moratoria sobre la caza comercial de ballenas vigente desde 1986. Al respecto el presidente agrega en su carta que respeta otras alternativas de uso del recurso ballenas, pero que “los beneficios económicos y sociales que brindan estas especies vivas a las comunidades de la región, demanda nuestro más grande esfuerzo para asegurar su existencia en el futuro”.
Sobre el SBAS, Lula da Silva afirma en su carta que “en el año en que la Convención Sobre Diversidad Biológica alcanza 10 años de operaciones, el Gobierno de Brasil expresa su confianza al amplio apoyo que las naciones brindarán a la propuesta, como un gesto concreto de la comunidad internacional hacia la conservación de la biodiversidad”.
El mandatario también envió un claro mensaje sobre la innegable responsabilidad de la humanidad hacia la conservación de la biodiversidad, no sólo por su valor intrínseco cultural y religioso, sino también por el rol fundamental que juega en el mantenimiento de los procesos ecológicos y del medio ambiente que sostiene la vida humana.
Fuente: CCC