El primer ministro australiano, Kevin Rudd, advirtió a su homólogo japonés, Yukio Hatoyama, que su país tomará acciones legales contra la caza de ballenas si las vías diplomáticas fracasan, informó recientemente el diario Yomiuri.
El anuncio se produce en medio de las primeras noticias sobre los encuentros entre activistas de la organización Sea Shpeherd con balleneros japoneses que se encuentran en aguas del Santuario de Ballenas del Océano Austral con la finalidad de cazar cerca de mil ballenas con supuestos fines de investigación científica.
Durante la reunión bilateral celebrada entre Rudd y Hatoyama en Tokio, éste ultimo afirmó que el programa ballenero de Japón está autorizado internacionalmente. Sin embargo las palabras del primer ministro no reflejan la realidad ya que el denominado programa de “caza científica” de ballenas realizado por Japón se desarrolla abusando de un resquicio legal que le permite auto otorgarse cuotas de captura sin necesidad de contar con la autorización de la Comisión Ballenera Internacional (CBI), organismo que durante los últimos años ha adoptado más de treinta resoluciones llamando a Japón a detener este tipo de operaciones balleneras.
Durante la reunión el mandatario australiano pidió a Japón que la resolución de este conflicto se haga por la vía diplomática. Sin embargo no descartó la posibilidad de recurrir a acciones legales internacionales.
Actualmente la CBI se encuentra en un proceso de reforma liderado por el presidente de dicho organismo internacional, el chileno Cristián Maquieira, que busca adaptar el trabajo de la Comisión a los desafíos e intereses del siglo 21.
Sin embargo, la falta de voluntad de las naciones balleneras por alcanzar un acuerdo que represente los intereses de todos los miembros de la Comisión está elevando el nivel de tensión entre los gobiernos, generando las condiciones para que este conflictivo tema sea resuelto fuera del ámbito de la CBI.
Fuente: ADN, CCC