Entre el 9 y 11 de marzo, los Estados Miembro de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) se reunirán en Roma, Italia, para una reunión intersesional cuyo objetivo es la discusión del futuro de la CBI.
Las discusiones se centrarán en que Japón reduzca voluntariamente su “cacería científica” en la Antártida, a cambio de lo cual se le otorgaría una nueva categoría de cacería llamada “Cacería Costera de Pequeña Escala”.
Un nuevo reporte llamado “Cacería de Pequeña Escala, Una falsa elección para la CBI” de WDCS – Whale and Dolphin Conservation Society – y la organización japonesa IKAN, revela la utilización de información inexacta en sus intentos por levantar la moratoria a la cacería comercial de ballenas.
Japón reclama que la prohibición a la cacería comercial de ballenas provoca dificultades económicas y culturales en cuatro ciudades costeras, argumentando su larga historia en la cacería de Ballenas minke.
Este informe demuestra que de estas cuatro ciudades solo dos tienen historia ballenera y de no más de 60 o 70 años (Abashiri y Ayukawa).
Nunca Japón sacó a la luz que estas ciudades se vieron beneficiadas en un principio por la moratoria ya que las mismas llevan a cabo operaciones de cacerías sobre pequeños cetáceos, matando más de cientos animales anualmente, hasta que esta industria de cacería entró en competencia con lo obtenido con los masivos programas de “cacería científica” de ballenas.
La prohibición a la cacería comercial de ballenas ha sido una de las mayores victorias conservacionistas del mundo. La moratoria protege especies y poblaciones de ballenas que fueron llevadas al borde de la extinción por la sobre explotación ejercida por la cacería.
Fuente: PRNewswire.