Los cachalotes producen las vocalizaciones más fuertes del reino animal las cuales son utilizadas para comunicarse y encontrar comida. Estos sonidos consisten en chasquidos y golpes (llamados clicks), muy distintos al canto melódico que emiten las ballenas jorobadas. Los clicks más fuertes, que pueden medir cerca de 230 decibeles bajo el agua, trabajan como un sonar biológico que les permite encontrar calamares y peces a grandes profundidades.
SONIDOS MISTERIOSOS
De acuerdo a Magnus Wahlberg, director de la investigación científica realizada por la Universidad de Dinamarca, “las personas que trabajan en el mar suelen escuchar estos sonidos pero no tienen ni idea que provienen de uno de los mamíferos más grandes de la tierra.”
Recién en 1950 los científicos asociaron los fuertes chasquidos con vocalizaciones de cachalotes, ya que no existía una manera fácil de relacionarlos con alguna criatura marina.
Los clicks son producidos por vibraciones de sonido que se reflejan en los sacos de aire ubicados dentro de la ‘nariz’ de los cachalotes que se pueden extender hasta 4.5 metros de largo. En la investigación, los científicos utilizaron los intervalos de silencio entre las vibraciones para calcular el tamaño de la nariz del cachalote y con esta información, estimar el tamaño total del cuerpo del animal.
TEORIA DEMOSTRADA
Sin embargo, el trabajo de investigación no es sencillo ya que el sonido es emitido en un ángulo muy agudo y la frecuencia de los clicks puede ser alta.
La ecuación para calcular el largo corporal del animal usando las vocalizaciones de cachalotes fue desarrollada por el zoólogo escocés Jonathan Gordon en 1991, pero hasta ahora nadie había demostrado su exactitud. Para comprobarlo, Walhberg y su equipo se aventuraron durante el verano del 2000 en las aguas del ártico para medir los sonidos de un grupo de cachalotes machos en su área de alimentación. Los científicos sumergieron varios hidrófonos a una profundidad de 460 metros y utilizando un sistema de posicionamiento global (GPS), sincronizaron sus grabadoras para localizar la fuente y volumen de cada click. Posteriormente, los científicos utilizaron los clicks para calcular el largo de los animales.
Los resultados, presentados en la Conferencia de Comunicación Acústica de Animales, revelaron que el tamaño estimado de los animales a través de lecturas acústicas tiene una precisión de un 92%.
Para los investigadores, este resultado aumenta las probabilidades de tener una visión integral de las poblaciones de cachalotes, ya que el largo corporal se podría utilizar como tarjeta de identificación o huella individual, mientras los animales se encuentran sumergidos. La nueva investigación también podría ayudar a revelar si la contaminación acústica producida por sonares militares y civiles estarían afectando a estos gigantes marinos.
Fuente: National Geographic News