En la publicación científica Comportamiento y Ciencias del Cerebro, el Dr. Hal Whitehead – profesor de biología de la Universidad de Dalhousie (Canadá) – afirma que los estudios etológicos sobre diversas especies de cetáceos sugieren que aprenden unos de otros y que traspasan estos conocimientos a las nuevas generaciones, en lo que sería una forma de cultura.
Para Whitehead, la cultura de los cetáceos no es exactamente como la de los humanos ya que, por ejemplo, no cuentan con la habilidad de crear objetos que puedan traspasarse de una generación a otra. Sin embargo, Whitehead afirma que ‘la cultura de los cetáceos se encuentra en sus mentes y no en los objetos que puedan crear’ por lo que mucho del conocimiento actual que tenemos sobre estos mamíferos marinos provendría en realidad del estudio del lenguaje de los cetáceos.
Pero, ¿qué podrían tener en común nuestra cultura con la cultura de los cetáceos? El Dr. Whitehead afirma que al igual que los humanos, los cetáceos tienen una variedad común de tipos y estilos de cultura.
Por ejemplo, entre los cetáceos existen cambios culturales rápidos, parecidos a la cultura ‘pop’, como cuando los machos de ballena jorobada cantan canciones para llamar la atención de las hembras o para protegerlas de otros machos. Estas canciones evolucionan durante la época de apareamiento, ya que en un principio los machos cantan la misma canción y luego hacen pequeñas variaciones al final de la temporada. Después de un par de años, cada macho canta una canción distinta.
Pero otros lenguajes de cetáceos no cambian tan rápido. De acuerdo a Whitehead, el dialecto de las orcas – que viajan en grupos familiares llamados comúnmente ‘pods’ – evoluciona mucho más lento y está ligado a estructuras sociales particulares. Whitehead explica que un grupo particular puede tener su propio dialecto, el cual sería similar a otros grupos que pertenezcan a un mismo clan. Por otra parte los clanes tendrían distintos dialectos. El caso sería similar a lo que sucede con grupos comunitarios de un mismo país que hablan distintas lenguas.
En el caso de los cachalotes, Whitehead afirma que los dialectos de ciertos grupos se mantienen inalterables en el tiempo. De acuerdo a Whitehead, ‘los cachalotes estudiados hace una década mantienen el mismo dialecto que los cachalotes que estudiamos actualmente’.
Además del lenguaje, Whitehead agrega que los diferentes comportamientos entre cetáceos de la misma especie confirman que ellos tendrían lo que los humanos llaman cultura, destacando que los diferentes grupos o ‘pods’ que comparten una misma área presentan diferentes culturas y lenguajes. De acuerdo a Whitehead, esta situación se presentaría donde existen sociedades multi-culturales de una misma especie en un área determinada (como las orcas de Canadá), que desarrollan su vida de maneras diferentes dependiendo del grupo al que pertenecen.
Por otra parte, Whitehead afirma que no sólo las orcas de Canadá presentan esta característica. La población de cachalotes estudiados en las Islas Galápagos también tiene diferentes formas de comunicarse. Algunos grupos emiten una serie de clicks, mientras que otros hacen una pausa antes de emitir el último click. Para Whitehead, esta sutil diferencia podría ser importante para evaluar la evolución poblacional de los diferentes grupos, ya que los cachalotes que hacen una pausa y un click final parecen prosperar durante los años que se presenta el fenómeno del Niño, mientras que el grupo que no hace la pausa y el click final, pareciera adaptarse mejor a las aguas más frías de los años donde no se presenta El Niño.
A pesar que muchos científicos no están de acuerdo con las conclusiones de Whitehead, algunos cetáceos rescatados que han sido devueltos a sus grupos familiares se han adaptado exitosamente a la vida silvestre gracias a que han aprendido rápidamente cómo comportarse, comunicarse, nadar, cazar en grupo y todos los rituales y conductas que definen una cultura.
Fuente: ScienCentralNews