22 de Abril de 2010 – Hoy celebramos el aniversario numero 40 del Dia de la Tierra, una iniciativa que nació de la mano del senador demócrata norteamericano Gaylord Nelson y que convocó a millones de personas preocupadas por el deterioro del medio ambiente y la falta de voluntad política de los gobiernos para enfrentar los desafíos planteados por un desarrollo que valora más los beneficios económicos cortoplacistas que el bienestar del medio ambiente del cual dependemos todas las especies para sobrevivir.
Gracias al masivo movimiento ambiental generado tras el nacimiento del Día de la Tierra y la efectiva presión ejercida desde una ciudadanía activa y empoderada, la comunidad internacional avanzó durante varios años hacia la realizaci[on de eventos y adopción de acuerdos orientados a la conservación y protección de la biodiversidad. Entre ellos se destacan la Conferencia de Estocolmo en 1972, la creación de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora (CITES) en 1975, la Convención de Especies de Migratorias en 1983, la Cumbre de Rio en 1992 y la Convención Sobre la Biodiversidad en 1993, que este año celebra el Año Internacional de la Biodiversidad .
Sin embargo el logro ambiental más importante en la historia de la conservación de nuestro patrimonio natural marino – producto del movimiento social generado después del establecimiento del Dia de la Tierra – es el establecimiento de la moratoria sobre la caza comercial de ballenas que fue adoptado en 1982 por la Comisión Ballenera Internacional y que se encuentra vigente desde 1986 en todas las aguas del planeta.
Llevadas al borde de la extinción por la ballenería industrial, las actuales generaciones pueden disfrutar hoy de la presencia de las ballenas en los océanos del mundo gracias al accionar coordinado y masivo de un movimiento ambiental que demostró que unidos podemos lograr grandes cambios a favor de la evolución del ser humano y la conservación a largo plazo del planeta que nos abriga y sustenta.
Sin embargo, sólo después de 40 años del génesis de este gran movimiento ambiental, la degradación del medio ambiente y la destrucción de la biodiversidad enfrentan nuevamente más y mayores amenazas generadas por la consolidación de un modelo de desarrollo económico que desprecia la protección de la naturaleza y por la apatía de gobiernos corporativos que ignoran los intereses y voluntades de sus pueblos en materia ambiental.
Y las ballenas no son la excepción. De la mano del chileno Cristián Maquieira y producto de la presión ejercida por Estados Unidos sobre gobiernos y medios de comunicación, la Comisión Ballenera Internacional avanza hacia la eliminación del mayor logro ambiental en la historia de la conservación marina con miras a reanudar la caza comercial de ballenas y legitimar la denominada “caza científica” de ballenas en las aguas del Santuario de Ballenas del Océano Austral.
Hace 40 años, la primera celebración del Día de la Tierra impulsó el nacimiento de un multitudinario movimiento ambiental y social de base que cambió temporalmente el oscuro rumbo de la humanidad y alcanzó metas esperanzadoras para el futuro de las próximas generaciones, incluida la nuestra.
Hoy más que nunca, resulta urgentemente necesario recordar el origen del éxito del Día de la Tierra con el fin de salir del estancamiento ambiental que está destruyendo aceleradamente cada una de las metas conquistadas durante las últimas décadas.
En junio se decidirá el futuro de las ballenas. Celebremos el Dia de la Tierra comprometiendo nuestros mayores esfuerzos a trabajar unida y activamente en la defensa de la vida de nuestros océanos, las ballenas y el planeta.
En el Dia de la Tierra, revitalicemos el movimiento ambiental y no la caza de ballenas. Tenemos muchos y nuevos logros que alcanzar por delante.
Por la tierra y las futuras generaciones.