Bruselas, Bélgica. 7 de Marzo de 2003 (IFAW) – Miles de aves, ballenas, delfines y otros animales que habitan los mares del planeta están muriendo cada día en redes de la industria pesquera europea. Con el fin de enfrentar las amenazas y presiones impuestas por la industria pesquera a otras especies marinas, el Fondo para la Protección de los Animales y su Hábitat (IFAW) y Globe EU, realizaron el taller “Pesquería y Naturaleza: Coexistencia o Extinción”, donde participaron diversos representantes de organizaciones de medio ambiente y del Parlamento Europeo.
De acuerdo a los resultados del taller, el mayor impacto significativo en el ecosistema marino es ocasionado por la industria pesquera. Julie Cator, del Fondo Mundial para la Vida Silvestre (WWF), afirmó que “la captura de grandes cantidades de biomasa ha ocasionado su reducción, o peor aún, su colapso”. Cator agregó que la industria pesquera también tiene un impacto directo en especies que no son comerciales y afirmó que: “existen pocas industrias que no presenten algún grado de captura incidental, ya sea de otros peces u otras especies marinas como aves, tortugas y mamíferos marinos”.
Victoria Phillips, de la coalición de organizaciones Bird Life International expuso sobre los impactos directos e indirectos de la industria pesquera en especies de aves marinas. Como ejemplos de captura incidental de aves, Phillips mencionó la pesca con palangre, las redes de deriva y la pesca fantasma. De acuerdo a Phillips, el ejemplo más conocido actualmente es la captura y muerte de especies de albatros y petreles debido a la pesca con palangre; la cual consiste en cientos de líneas de nylon, entre 10 y 20 kilómetros de largo, que sostienen anzuelos con carnada cada 10 a 50 metros. Entre los impactos negativos menos conocidos generados por la industria pesquera se encuentran los ‘impactos indirectos’, que pueden incluir degradación del hábitat, alteraciones en la cadena alimenticia y la eliminación de peces no apetecidos. De acuedo a Phillips, más del 50% de los peces capturados en el Mar del Norte son descartados y algunas industrias desechan hasta seis veces el peso de la captura comercial.
Por su parte Ali Ross, de la Whale and Dolphin Conservation Society (WDCS), se refirió a la muerte incidental de delfines en Inglaterra. Ross declaró que desde el inicio de 2003, se han encontrado un total de 145 cetáceos muertos en las playas del oeste de Inglaterra. De acuerdo a la presentación, un alto porcentaje de estos delfines murieron como resultado de capturas incidentales de la industria pesquera. Según Ross, “si hacemos una proyección conservadora y consideramos que sólo el 10% de los delfines muertos en capturas incidentales vara en las playas, la tasa de mortalidad actual sería entre el 3 y 5% de la población estimada”. Ante este resultado, Ross llamó a la Comisión Europea a introducir medidas de emergencia para la asistencia obligatoria de observadores a bordo de las embarcaciones pesqueras pelágicas de deriva que operan en las áreas afectadas, con el fin de recaudar información que permita tomar medidas de mitigación apropiadas.
Adicionalmente, la situación crítica en la cual se encuentra la marsopa común (Phocoena phocoena) fue el tema expuesto por Hemmo Muntingh, de IFAW, quien declaró que “es un escándalo que más de 10.000 de estos animales mueran capturados en redes de pesca europeas”. Mientras que representantes de la Comisión Europea enfatizaron la necesidad de continuar las investigaciones para recaudar información confiable que reduzca la muerte de marsopas comunes por captura incidental, Muntingh hizo un llamado a tomar medidas inmediatas de protección, como detener el uso de redes de deriva en el Mar Báltico.
Durante el taller, las organizaciones de medio ambiente solicitaron a la Unión Europea liderar el camino hacia el desarrollo de programas de investigación que permitan el diseño e implementación de equipos de pesca alternativos y que entreguen incentivos para generar un cambio cultural respecto al papel de las pesquerías y los pescadores en la sociedad actual.
La mayoría de los asistentes al taller estuvieron de acuerdo en que la UE no necesita nuevas leyes ni regulaciones, sino una postura más integrada y coordinada que permita “anticipar, prevenir y atacar las causas de la significativa reducción y pérdida de la biodiversidad marina”. Sin embargo esto sólo puede alcanzarse si los compromisos de protección marina incluidos en la reforma de la Política Común de Pesca se traducen en acciones concretas.
Fuente: IFAW