03 de Octubre de 2011 – El principal diario informativo japonés, Yomiuri Today, informó el vieres pasado que el gobierno habría decidido continuar adelante con la controversial matanza de ballenas en el Santuario de Ballenas del Océano Austral, que se iniciarían durante el último trimestre de este año.
El anuncio se produce después que en Julio pasado el mismo diario informara sobre las conclusiones de un comité de revisión de la Agencia de Pesca de Japón (APJ) que por primera vez contempló la posibilidad de disminuir o cerrar estas criticadas operaciones balleneras. El panel se constituyó luego que la flota ballenera abandonara tempranamente la pasada temporada de caza, argumentando que las acciones de la organización Sea Shepeherd amenazaban la seguridad de flota ballenera. El informe de comité de la APJ también incluía recomendaciones para reducir los gastos de los denominados programas de “caza científica” con el fin de utilizar esos fondos en la reconstrucción de la devastada zona noreste del país.
A pesar de estas recomendaciones, Yomiuri Today informó que el gobierno de centro izquierda nipón habría decidido seguir adelante con las matanzas debido a que desistir a causa de la presión sería “contra el interés nacional”.
Más Matanzas Menos Reconstrucción
En relación a la necesidad de disminuir los costos operacionales del programa ballenero en la Antártica para ayudar a la reconstrucción del país, el gobierno japonés habría decidido hacer todo lo contrario y aumentar el presupuesto de la temporada de caza de ballenas 2011/2012 en unos 26 millones de dólares con el fin de incluir medidas de protección contra las acciones del grupo ecologista.
La decisión del gobierno japonés se realiza en medio de una profunda crisis financiera que se ha agudizado a raíz de la devastación del noreste del país tras el terremoto, tsunami y posterior derretimiento de la central nuclear de la empresa TEPCO en Fukushima.
Para el corresponsal australiano Mark Willacy, de ABC News “la decisión se fundamenta básicamente en un orgullo nacionalista que no quiere ceder ante las obstrucciones en alta mar y que busca mantener activa la industria ballenera”. De acuerdo al medio informativo australiano, el costo de las operaciones balleneras sería de alrededor de 38 millones de dólares anuales, pero este año se habrían invertido 26 millones adicionales orientados a aumentar la seguridad de la flota ballenera.
Cabe recordar que en junio pasado el ministro de pesca japonés requirió a su Guardia Costera enviar una nave patrullera a la Antártica con el fin de proteger a la flota ballenera. Sin embargo la solicitud fue rechaza debido a que no existen fundamentos legales para enviar una nave de estas características fuera de la Zona Económica Exclusiva de Japón.
Rechazo Nacional e Internacional
La controversial decisión podría aumentar las crecientes críticas al interior de Japón respecto a las operaciones balleneras. Hisa Anan, una de las miembros del comité de revisión de la APJ afirmó hace algunos meses que “existen varias razones por las cuales terminar con la denominada caza científica de ballenas. Primero, no es necesario matar ballenas para estudiarlas. Segundo, existe un creciente sobre almacenamiento de carne de ballenas. Toneladas y toneladas de carne almacenadas en congeladores industriales porque nadie quiere consumirla”.
Elsa Cabrera, directora ejecutiva del Centro de Conservación Cetacea de Chile, afirmó que “la decisión demuestra que el gobierno japonés siempre favorece los intereses de la industria pesquera por sobre los de su propio pueblo”. Cabrera recordó que una situación similar sucede con la matanza anual de delfines, los cuales son comercializados para el consumo humano a pesar de los altísimos niveles de toxinas encontrados en su carne. “Existen innumerables llamados para detener estas matanzas por razones de salud humana pero el gobierno insiste en mantenerlas para satisfacer intereses pesqueros”, agregó.
Sin embargo Cabrera concluyó que tras el desastre nuclear de Fukushima la ciudadanía nipona está más activa y consiente de sus derechos, por lo que “la inyección de fondos que son necesarios para la reconstrucción en una actividad carente de apoyo nacional e internacional, como la denominada “caza científica” de ballenas, podría aumentar el rechazo a las operaciones balleneras al interior de Japón”.
Fuente: Radio New Zealand, Radio Australia News, ABC News, Centro de Conservación Cetacea