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Ruido mortal ataca los océanos del mundo

Wädenswill, Suiza. 1ro de Junio de 2003 – Un informe entregado el pasado mes de mayo por la Organización Suiza para la Protección de los Mamíferos Marinos (ASMS) concluyó que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la Marina de los Estados Unidos estarían violando leyes internacionales al realizar pruebas en el océano que utilizan Sonares Activos de Baja Frecuencia (SABF).

El informe realizado por el experto suizo en leyes marinas, Alexander von Ziegler, afirma que las ondas de sonido producidas por los SABF podrían matar a los cetáceos y otras criaturas del océano, por lo que la continua exposición a este tipo de contaminación acústica podría traer consecuencias desastrosas para la conservación de las especies silvestres marinas.

SABF y Cetaceos

Los ruidos de aviones, tráfico y construcciones es continuo en todas partes del mundo. Sin embargo la mayoría de las personas desconoce los efectos negativos de la creciente contaminación acústica al que están sometidos los océanos del mundo. Este ruido proviene principalmente de las embarcaciones marinas y más recientemente, de los sonares militares conocidos como Sonares Activos de Baja Frecuencia, los cuales son sistemas capaces de enviar ondas de sonido superiores a 240 decibeles, mucho más fuertes que las producidas por los aviones Jet.

El SABF emite ondas en la misma baja frecuencia que diversas especies de ballena actualmente en peligro, como la ballena jorobada, franca y azul. Los peligros potenciales a corto y largo plazo son desconocidos, pero se estima que a corto plazo podrían observarse cambios en los patrones de navegación, que afectarían las conductas de alimentación y aumentarían la posibilidad de colisión de las ballenas con embarcaciones marinas. A largo plazo, los niveles de contaminación acústica podrían obligar a los animales a abandonar sus hábitats de reproducción y alimentación, con consecuencias hasta ahora desconocidas. Adicionalmente, las actuales dificultades para realizar estudios en el océano no permiten la detección fácil y rápida de los impactos negativos generados por estas nuevas tecnologías.

Las fuerzas navales, particularmente de la OTAN y la Marina de EE.UU., no desean renunciar al uso de estos sistemas de sonar ya que son capaces de detectar submarinos enemigos ultra silenciosos e incluso planean utilizar los SABF para rastrear el 80% de los océanos del mundo.

De acuerdo al informe de von Ziegler, esta medida traería drásticas consecuencias para las ballenas y los delfines debido a que estos mamíferos marinos se orientan con la ayuda de un sistema natural de sonar que puede ser perturbado considerablemente por el uso de los SABF. Entre los efectos negativos de los SABF para los cetáceos se encuentran el estrés, perdida de la orientación, posibles varamientos y muerte por lesiones generadas por el impacto de fuertes ondas de sonido.

Varamientos y Pruebas Militares

Durante los últimos años ha aumentado alarmantemente el número de varamientos de cetáceos que coincide con la realización de pruebas de SABF. Entre los cetáceos más afectados, se encuentran los zifios, especies conocidas por habitar aguas preferentemente pelágicas y que no varan comúnmente en la costa.

A modo de ejemplo: en 1991, veinticuatro de estos cetáceos vararon en las Islas Canarias; en 1996, doce ejemplares vararon en Grecia; en el 2000, 14 zifios, dos ballenas jorobada y un delfín, vararon en las islas Bahamas; y en el 2002, trece zifios vararon en las Islas Canarias. Todos estos varamientos coincidieron con pruebas militares realizadas en el área y que utilizaron el SABF. Las autopsias realizadas con posterioridad revelaron que los cetáceos presentaban daños físicos atribuibles a fuertes impactos de sonido como ojos enrojecidos y hemorragias en el oído interno, en el cerebro y en los pulmones.

Un estudio entregado en Marzo de 2000 por la Marina de los EE.UU., declara que el uso del SABF podría ser el causante de los daños encontrados en los cetáceos varados en las islas Bahamas. A pesar de estas evidencias, el gobierno norteamericano otorgó a la Marina de EE.UU. un permiso especial para utilizar esta tecnología en el 80% de los océanos del mundo. La administración Bush afirmó en su oportunidad que la seguridad de los norteamericanos es más importante que la conservación de los cetáceos.

Violaciones a Tratados Internacionales

De acuerdo a von Ziegler, de comprobarse el impacto negativo de los SABF en los cetáceos, el gobierno norteamericano estaría violando la ley internacional. En el informe entregado por von Ziegler se encuentra una lista de siete acuerdos internacionales que estarían siendo ignorados. En el informe, el abogado también enfatiza que la utilización del SABF ignora el Principio Precautorio y la norma internacional de ley común.

En conferencia de prensa, la organización ASMS solicitó al gobierno de EU y la OTAN respetar la Convención sobre la Ley del Mar de las Naciones Unidas y otros acuerdos internacionales, y detener la utilización del SABF hasta que se realice un informe medioambiental independiente que determine las consecuencias a corto y largo plazo de la utilización de este sistema de sonar. Este requerimiento es apoyado por una petición de la Coalición Europea para el Silencio en los Océanos (ECSO) compuesta por 37 organizaciones de 12 países Europeos.

Fuente: ASMS
Más información: www.asms-swiss.chwww.silentoceans.orgwww.whale-zone.ch
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